Licenciado Pedro Beirute
- Josue Artavia Muñoz
- 21 dic 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 may 2023
Entrevista Pedro Beirute
Educar a los hijos es
Para mí, una obligación ineludible de todo padre de familia. Por ello deben regular su tiempo para poder estar con ellos desde que los engendran, hasta que Dios les permita vivir.
Educar a los hijos es darles, primordialmente, buen ejemplo. Es la mejor forma que éstos tienen de poder enfrentarse a una vida llena de vicisitudes. Es enseñarles disciplina, orden, respeto y amor por el prójimo.
Por eso, todo padre (entiéndase también madre), debe prepararse como tal desde antes de engendrar. Eso se llama paternidad responsable. Que los hijos no vengan por “causalidad”, por una noche loca, de copas. Por eso los noviazgos son tan importantes. Son para conocerse, para saber de las familias políticas que les tocará soportar o disfrutar. Depende.
Los noviazgos no son sólo para el contacto físico, de acuerdo a la costumbre actual de muchos países. Deben servir para saber cosas del otro, muchas cosas y así aminorar la convivencia del matrimonio en cuanto a defectos. Conjuntamente deben hablar de cómo educar a los hijos. Y no me refiero a la “instrucción formal”, la de la escuela o colegios. Me refiero a enseñarles a comportarse en sociedad, a saber relacionarse con el prójimo respetándole y tolerándole en sus actuaciones. Pero por sobre todas las cosas, la educación de los hijos debe estar llena de amor, de cariño, de respeto, y eso no sólo hay que decirlo sino mediante actos demostrarlo. Estoy convencido de que los padres deben personalmente atender las necesidades emocionales de sus hijos, en el tanto ellos también estén sanos. De lo contrario, deben buscar a los especialistas en la materia para que les ayuden a enfrentar la crisis y salir de ella.
Ese niño necesita amor, abrazos, besos y que los padres cesen en su locura de matarse para lograr sus fines, cualesquiera que sean. Pero para eso se necesita tiempo, mucho tiempo. El tiempo que esos padres pasan con sus amigos (as), que pasan en las cantinas, que pasan luego de la jornada laboral, es el tiempo que sus hijos necesitan. De ahí la importancia de campañas de gobierno, de entidades públicas y privadas por hacer volver a los padres a sus hogares. Prueben y verán que serán más felices. Lic. Pedro Beirute. Especialista en Derecho de Familia.
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